Vascos y vascas todas y todos y todes, ya sabemos que últimamente os damos mucho la tabarra con la cosa de la euskomoral, cuando sabemos que al buen vasco no le hacen falta tales inventos, le basta con lo que diga el Partido. Pero es que creemos sinceramente debemos educar a tanto maketo descarriado, creemos que antes que
expulsarles invitarles a irse como hemos hecho con tantos miles, y miles.. y miles, tenemos que intentar convertirles en ciudadanos de tercera clase al menos, aceptando los postulados que el Partido dicte.
Por ejemplo:
Maixabel Lasa: "La mayor parte de las víctimas del terrorismo solamente quiere ventajas materiales y que se les busque un trabajo"
M. Lasa. 10 años en el carguito a 75.000 euracos año.
¿Lo ven?.. no faltan vascos de pro que buscan de un acercamiento positivo y euskodigno, e intentan convencer a las falsas víctimas del terrorismo, de que son un estorbo, un fraude y un montón de mierda que solo busca un empleo. Cedan, y les prometemos maná en forma de subvenciones y trabajos con cargo. Oigan, a fin de cuentas, si abandonaron su casa tras algún desgraciado accidente con balas y bombas para irse a Mordor-Madrid, nadie tiene la culpa. Les recomendamos que lean ese artículo para ver la grandeza de ciertos personajes que viven del erario sean felices obedeciendo las consignas del Partido y el nazionalismo sabiniano.
"What the f***"!!"
Y ojo, que en el extranjero también han entendido la superioridad de la raza vasca, y el extravío deforme y simiesco de los maketos y los falsos vascos.
Nada menos que el Newsweek:
“Newsweek” desvaría y dice que los vascos “son superiores” a los españoles porque en San Sebastián “la cultura, la comida y las gentes, son bellas”
Gran sabiduría la de Mark Kurlansky, un tipo que entiende que el genoma es lo importante, y que lo específico del Pais Vasco es que somos superiores; y más altos, tal vez haya estudiado el ángulo de entrada de las balas en la nuca. Es el hecho diferencial que todo lo puede, y que hace a nuestras montañas más verdes, y a nuestras tortillas españolas menos españolas. Desde ese mismo periódico nos envían una nueva reflexión:
Burp!