jueves, 20 de noviembre de 2008

Exigimos la creación de la Subconserjería de limpieza de libros disidentes

Leemos con incredulidad como una maketa como Cristina Almeida, se adelanta a la kultura-vasca con una magnífica idea: quemar los libros de Cesar Vidal (y otros).

Bien es cierto que la chavalería de la gasolina ya hizo sus pinitos en estas cosas de quemar librerías, pero lejos quedan aquellas gestas en pro de la Atlántida EuskalHerriaca. Es hora que EuskalHerria, es decir, el Gobierno Vasco o lo que es inheremente lo mismo, el Partido, creen una suerte de CAC Kultural de manos de la Conserjería de Kultura Megavasca, que libre a los vascos de las injerencias de escritores maketos, historiadores que no estén el servicio de la verdad del Partido y en general toda la morralla españolista que día tras día luchan contra el único ideario válido en nuestra tierra, alabado sea Sabino Arana.




La idea no es nueva, antaño ya socialistas de pro en la antigua segunda república maketa quemaron libros a troche y moche. Que decir de la OpenPlatz berlinesa, de cuando los alemanes eran afines a nuestro amado Sabino.

EuskalHerria debe librarse de los libros no-vascos y sin el Rh adecuado.







Por de pronto proponemos a Cristina Almeida (Kristina Halmeida en su versión megavasca, para que sea un poco más aceptable), como experta recomendada para el Partido, a la espera de que cristalice la nueva Subconserjería de Kultura, la subconserjería de limpieza de libros disidentes. Desde el Cubil ya vemos a los libros y escritores españolazos y no afines al Orden del Partido temblar despavoridos.

Si la Maketa puede, los megavascos también, ¡a quemar!


2 comentarios:

Raúl González Zorrilla dijo...

Estimado Sr. Ogro:

Enhorabuena por su iniciativa de abrir el Cubil. Para todo lo que necesite, ya sabe dónde estamos y ya sabe que coincidimos en la mayor parte de nuestros planteamientos sobre el País Vasco.

Mucha suerte con su iniciativa,

Un cordial saludo,

Raúl González Zorrilla
Blog del País Vasco)

Señor Ogro. dijo...

Muy bienvenido Don Raul, a veces lo único que nos queda es el humor y la mala leche.

Un abrazo desde El Cubil, nos vemos por su blog.